La nueva versión de la norma se ha adaptado al esquema de otras normas como la ISO 9001 e ISO 14001 para facilitar su integración en un mismo sistema de gestión. Para ello ha incorporado los siguientes puntos:
Contexto de la organización: es necesario hacer un análisis del contexto (bien puede ser un DAFO), identificar las partes interesadas (stakeholders) así como sus "necesidades" y también sus "expectativas" de forma diferenciada.
Liderazgo: refuerza la necesidad de contar con el apoyo explícito de la alta dirección.
Introduce el concepto de "información documentada" unificando los conceptos de Documento y Registro. Esto facilita la evidencia y pretende minimizar la creación de formatos y registros que no sirven nada más que para dar evidencia en una auditoría. Por eso la información en cualquier soporte será válida (web, sofware de mantenimiento, ...).
Enfoque basado en riesgo: al igual que en las nuevas versiones de las normas de calidad y medioambiente será necesario determinar los "riesgos" y "oportunidades" en nuestros procesos para garantizar el rendimiento energético.
¿Cómo implementar a la práctica todos estos cambios? Os lo vamos a explicar en los siguientes posts.